El emprendimiento como parte del currículo de la formación profesional
- jcglezhdez
- 20 jun
- 3 Min. de lectura

El mundo laboral ha cambiado profundamente en las últimas décadas. Ya no basta con formar a los estudiantes para que ocupen puestos de trabajo tradicionales; ahora es igual de importante prepararlos para crear sus propias oportunidades. En este contexto, incorporar el emprendimiento como parte del currículo de la formación profesionales una estrategia clave para fomentar la innovación, el autoempleo y el desarrollo local, especialmente entre los jóvenes.
1. ¿Por qué integrar el emprendimiento en la FP?
La formación profesional tradicional se ha centrado en capacitar a los estudiantes para integrarse en el mercado laboral como empleados. Sin embargo, las dinámicas actuales —marcadas por la automatización, la digitalización y la precariedad laboral— exigen formar a personas que también puedan generar empleo, no solo buscarlo.
Incluir el emprendimiento en la FP tiene múltiples beneficios:
Desarrolla autonomía, creatividad y pensamiento crítico.
Fomenta la resolución de problemas reales y la toma de decisiones.
Promueve la autoeficacia y la confianza en los jóvenes.
Impulsa el autoempleo como una opción válida y viable.
Contribuye al desarrollo económico local, especialmente en zonas rurales o con escasas oportunidades laborales.
2. Qué se entiende por educación emprendedora
No se trata solo de enseñar a crear empresas, sino de desarrollar una mentalidad emprendedora: iniciativa, capacidad para detectar oportunidades, asumir riesgos calculados, innovar y liderar proyectos.
La educación emprendedora en la FP puede incluir:
Fundamentos de economía, marketing y gestión empresarial.
Diseño y validación de modelos de negocio.
Desarrollo de proyectos reales o simulados.
Fomento del trabajo en equipo y la comunicación efectiva.
Uso de herramientas digitales para la innovación.
3. Enfoques y metodologías
Existen varias formas de integrar el emprendimiento en el currículo de FP:
Asignaturas específicas (como “Empresa e Iniciativa Emprendedora”, ya presente en muchos ciclos en España).
Proyectos integrados, donde el alumnado aplica sus conocimientos técnicos a ideas emprendedoras propias.
Talleres, hackatones y ferias de emprendimiento, que estimulan la creatividad y la colaboración.
Vinculación con incubadoras, viveros de empresas y cooperativas locales.
Simuladores de negocios o herramientas de emprendimiento digital.
4. Casos prácticos y experiencias exitosas
En España, los ciclos formativos de grado medio y superior incluyen la asignatura “Empresa e Iniciativa Emprendedora” como parte del currículo oficial, con contenidos adaptados a cada especialidad.
Algunos centros de FP han creado “miniempresas escolares”, donde los alumnos desarrollan un producto o servicio y lo comercializan en mercados reales.
FP Emprende (Cataluña): iniciativa que premia los mejores proyectos emprendedores de estudiantes de FP.
En Andalucía, el programa INNICIA promueve una cultura emprendedora desde los niveles educativos básicos hasta la FP, fomentando la conexión entre centros educativos, empresas y entidades públicas.
5. Retos de implementación
A pesar de los avances, aún existen desafíos para incorporar el emprendimiento de forma efectiva:
Falta de formación específica del profesorado en competencias emprendedoras.
Limitada colaboración entre centros de FP y el ecosistema emprendedor local.
Percepción del emprendimiento como una opción secundaria frente al empleo asalariado.
Dificultades para financiar ideas o proyectos estudiantiles.
6. Recomendaciones
Para fortalecer el emprendimiento en la FP se recomienda:
Capacitar al profesorado en metodologías activas y pensamiento emprendedor.
Fomentar alianzas con instituciones públicas, privadas y ONGs para apoyar iniciativas emprendedoras.
Establecer espacios de incubación o coworking en los propios centros educativos.
Incluir el emprendimiento de forma transversal en todos los módulos y especialidades.
Ofrecer microfinanciación o premios para proyectos destacados de los alumnos.